Estudiar una carrera, en mi caso (y el de mis compis) otra, también produce muchos beneficios si lo enfocamos a lo laboral (para seguir con el hilo del blog).
Al estudiar un 2ºciclo, hemos convivido personas que teníamos titulaciones distintas, esto nos ha obligado a formar equipos interdisciplinares: es muy enriquecedor tener a personas que te complementan porque tienen una especialidad distinta.
Se aprende a trabajar en equipo. También Trabajar el autoconocimiento y conocimiento grupal: conoces las características de las demás personas que te acompañan, sabes sus puntos fuertes y los menos fuertes, e intentas aprovechar éstos últimos para que se consiga lo mejor de cada uno/a.
Y a valorar el trabajo del resto y ser crítica. Creo que hemos aprendido a ver si nos lo hemos currado o si se ha trabajado menos, a saber el nivel de compromiso.
Es una experiencia muy enriquecedora en la que conoces a muchas personas con las que también compartirías experiencia en lo laboral. Todo es cuestión de esperar y buscar la oportunidad.
Gracias, compañeras/os, porque he aprendido mucho a vuestro lado. ¡Felicidades y a por el siguiente reto!
Por otra parte, tuve la suerte de poder representar a mi clase en el discurso del alumnado en la ceremonia de graduación. Es cierto que no la dije como está escrita, no me la aprendí de memoria y además, odio mirar el papel cuando tengo que hablar en público, así que lo utilicé para saber cuál era mi guión. Vamos, que no me puse a leer y al final no salió justo lo que tenía escrito. Pero creo que quedó bastante bien.
Espero que os guste.
“La educación es un acto de amor,
por tanto, un acto de valor.”Qué mejor que empezar con palabras del pedagogo
Paulo Freire para reflejar lo valientes que hemos sido…
LA AVENTURA DE PSICOPEDAGOGÍA
Érase una vez un grupo de niños y
niñas que tenían muchos sueños: ser la persona más alta del mundo, pertenecer a la realeza (príncipes y
princesas), tener súper poderes, ser astronauta, descubrir nuevos planetas.
Pasaron los años y ya no tan
peques, decidieron aventurarse a realizar una diplomatura dentro del ámbito de la educación que
terminaron con éxito. Pero tenían tantas inquietudes y ganas de aprender…
Que así, de mayores, con ideas
distintas, con formación diferente, nos encontramos maestras, maestros y educadoras
compartiendo un reto. Una aventura que comenzó en 2012. Con caras nuevas,
miedo, ilusión y ganas de seguir. Y es que las personas que protagonizan este
cuento son la más valientes, brillantes, talentosas, creativas e inteligentes
que podían protagonizar una historia así. Y además, seguro que estáis de
acuerdo conmigo en que son las personas más guapas del mundo.
Nuestra andanza, como todo buen cuento de aventuras, sucedió en
un castillo. Un castillo maldito llamado Aulario Gerald Brenan que además
estaba custodiado por un dragón dormilón. Una bruja malvada le había echado una
maldición a nuestro castillo para que en periodos de invierno, cuando el dragón
dormía, un frío polar rodeara al castillo. En cambio, cuando el dragón
despertaba, nos invadía un calor que no tenía nada que envidiar al desierto. Efectivamente,
el dragón despertaba cada verano malagueño.
A pesar de todo esto, fuimos
valientes y estuvimos dándolo todo en esta carrera de fondo. Nos equipamos con
nuestras mejores armas: bolígrafos, rotuladores, folios, ordenadores,
calculadoras,… y además utilizábamos el trabajo cooperativo y nos basábamos en
las inteligencias múltiples. Nada podía ir en nuestra contra.
Pero esto no quiere decir que el
recorrido fuese fácil. Nos encontramos con algunas… Dificultades.
Viajamos a lejanas tierras de
Totalán para aprender a utilizar otra arma poderosa y nos volvimos grandes artistas:
con cualquier temática conseguíamos hacer las más hermosas unidades didácticas.
Aprendimos magia negra gracias al
uso de la calculadora para métodos (¿quién dijo que en ciencias de la educación
no se veían números?).
Demostramos que teníamos mucha
imaginación y que podíamos convertir las clases de política en clases muy
entretenidas. Sabemos que si la lección es divertida, nunca se olvida. Y lo
hemos aplicado siempre que hemos tenido la oportunidad.
Aprendimos a pasar el WISC, el 16
PF y la rejilla de Kelly.
Debatimos en dificultades sobre
las decisiones pensadas, como es estudiar psicopedagogía, y las decisiones sentidas,
como es enamorarse. Y además, Superamos
dificultades con todo lo que eso supone.
Para asegurarnos ganar la
batalla, aplicamos el toma y daca en modelos.
Copiamos la letra de un hechicero
llamado Macaco para convertir en nuestro himno los versos: somos una marea de
gente, todos diferentes, remando al mismo compás.
Y cómo nos estábamos preparando
para el mundo laboral, realizamos nuestros vídeo currículum para enseñarle al
mundo la última clase de Psicopedagogía que iba a salir de la Universidad de
Málaga.
Como podéis ver, y como habéis
vivido en vuestras propias carnes, no hemos parado, hemos hecho muchísimas
cosas y somos un poquito más grandes.
Todo cuento tiene que llegar a un
final, a pesar de no haber matado al dragón, ni haber encontrado un conjuro
para quitar la maldición al castillo… sabéis que nos gustan otro tipo de
alternativas.
Pero no podíamos concluir sin dar
las gracias.
Gracias a decanato, secretaría y
conserjería. Están formado por personas que también han participado en nuestro
proceso de aprendizaje. Y siempre, con una sonrisa, nos han atendido.
Gracias a nuestro profesorado. Hemos aprendido
muchísimo, porque al fin y al cabo, de todo se aprende. Gracias por vuestro
compromiso, por habernos escuchado y habernos tratado como profesionales desde
el primer momento. Gracias por cuidar nuestra ilusión. Hoy sabemos que no es
tarea sencilla, pero que podemos conseguir un mundo un poquito mejor.
Gracias a vosotras y vosotros,
que hoy nos acompañáis. Gracias a las personas que están fuera y a las que no
han podido venir, pero que están acompañándonos de corazón. Mamás, papás,
hermanos y hermanas, parejas, amistades, todas esas personas que saben lo que
hemos pasado con nuestra aventura. Sin vuestro apoyo, esto no habría sido lo
mismo. Gracias por intentar hacernos el camino más fácil. Hoy estamos
celebrando un éxito que también es vuestro. Gracias por no dejarnos caer y
darnos la mano cada vez que lo hemos necesitado.
Querida clase de Psicopedagogía.
Hoy somos todos los que estamos, pero no estamos todos
los que somos. Gracias por todas las tardes que hemos compartido. El capítulo que empezamos a escribir juntos se está acabando.
Somos dos años más sabios, y seguimos con mucha ilusión por hacer grandes
cosas. Sois personas maravillosas (ellas lo saben) y os merecéis conseguir
todas las metas que os propongáis en la vida. Felicidades, porque hemos
conseguido otra más y sin vuestra compañía no habría sido igual.
Y… colorín
colorado, este cuento no ha acabado. Nos toca volver a empezar un capítulo
nuevo.
